Si Dios es tu Padre, por favor llama a casa.
La oración da impulso. Eleva el corazón por encima de los desafíos de la vida y le da una visión de los recursos de Dios para la victoria y la esperanza. La oración proporciona poder, aplomo, paz y propósito para los propósitos, planes y búsquedas de una persona. La energía más poderosa que alguien puede generar es la energía de la oración. "El diablo sonríe cuando hacemos planes. Se ríe cuando estamos demasiado ocupados. Pero tiembla cuando rezamos" (Corrie Ten Boom).
"No te preocupes por nada; en lugar de eso, reza por todo; cuéntale a Dios tus necesidades y no olvides darle las gracias por sus respuestas. Si haces esto, experimentarás la paz de Dios, que es mucho más maravillosa de lo que la mente humana puede comprender" (Fil. 4:6-7, LB). Dios nunca está más lejos de ti que una oración. Cuando te sientas desbordado, vuelve a ponerte de rodillas. "Si pudiera oír a Cristo rezando por mí en la habitación de al lado, no temería ni a un millón de enemigos. Sin embargo, la distancia no hace ninguna diferencia. Él reza por mí" (Robert Murry M'Cheyne). El Cielo está preparado para recibir a todos los que rezan.
Demasiados cristianos no rezan; sólo ruegan. No ruegues, habla con Dios. "El tiempo pasado en comunión con Dios nunca se pierde" (Gorden Lindsay). "Tengo tanto que hacer hoy que pasaré las tres primeras horas en oración" (Martín Lutero). Cuando rezamos, nos unimos al poder inagotable de Dios.
"Los deseos nunca sustituirán a la oración" (Ed Cole). Recuerda que las oraciones no pueden ser respondidas hasta que no son rezadas. "Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis y lo recibiréis" (Marcos 11:24). "Un día en el que se reza es menos probable que se deshaga" (Anónimo).
Cuando oramos, simultáneamente debemos estar dispuestos a emprender la acción que Dios requiere como respuesta a nuestra oración. "La oración no es un monólogo, sino un diálogo; la voz de Dios en respuesta a la mía es su parte más esencial" (Andrew Murray). Las oraciones que una persona vive de pie no son menos importantes que las que dice de rodillas. "La oración práctica es más dura en las suelas de los zapatos que en las rodillas de los pantalones" (Austin O'Malley).
El fin supremo de la fe o de la oración no es cambiar tus circunstancias, sino cambiarte a ti. Reza para hacer la voluntad de Dios en cada situación, no vale la pena rezar por otra cosa. "No des tu concierto y afines tus instrumentos después. Empieza el día con Dios" (James Hudson Taylor). Puede que la oración no cambie todas las cosas para ti, pero seguro que te cambia para todas las cosas. La oración es la parada que te mantiene en marcha. Si Dios es tu padre, por favor, llama a casa.