EL TEMA BÍBLICO DE ESTE MES ES: El Espíritu Santo es nuestro ayudador
Sean cuales sean nuestras circunstancias, no estamos solos. El Espíritu Santo es nuestro Ayudador. Él nos capacita para hacer la obra de Dios, compartir Su bondad y guiarnos hacia Él. El Espíritu Santo capacitó a los discípulos para realizar milagros y predicar las buenas nuevas de Cristo. Así como el Espíritu Santo ayudó a los discípulos, ¡Él sigue siendo nuestro Ayudador hoy!
Este mes, vamos a poner las ruedas en marcha y a salir a la pista de carreras. Al igual que un motor hace que un coche funcione, el Espíritu Santo nos alimenta y nos guía.
La Gran Comisión (Hechos 1:6-11, Mateo 28)
Después de morir en la cruz, Jesús se apareció a los discípulos para mostrarles que estaba vivo de nuevo. Se quedó con ellos cuarenta días y les habló del Reino de Dios. Jesús les dio la misión de hablar a todos de Él y hacer discípulos y les dijo que recibirían el Espíritu Santo. Después de decir estas cosas, Jesús fue llevado al cielo en una nube.
Dios tenía un plan para salvarnos del pecado que nos separa de Él. Dios envió a su Hijo, Jesús, para que viviera una vida perfecta y luego nos rescatara de nuestros pecados muriendo en la cruz. Gracias al sacrificio de Jesús, podemos tener una estrecha relación con Dios. Tres días después de su muerte, Jesús resucitó. Al hacerlo, ¡venció a la muerte! Jesús dejó a sus seguidores una misión muy importante: hablar a todo el mundo de su amor y su perdón.
